Valladolid
ha sido una de las 700 ciudades de Europa y Estados Unidos que hoy se
ha sumado al Día Internacional contra el Acuerdo Trasatlántico de
Comercio e Inversión (TTIP), que
se negocia a espaldas de la ciudadanía entre los Estados Unidos de América y la Unión Europea, y que
supone "una carta de privilegios para las grandes corporaciones".
Entre las 12.30 y 13.30 horas,
unas 250 personas se han
concentrado en la plaza de Fuente Dorada convocadas por la Asamblea
Ciudadana, CGT, Ecologistas en Acción y Entrepueblos, para
protestar contra el TTIP, considerado "opaco y antidemocrático, una
amenaza parea el empleo, anulación de los servicios públicos...".
La protesta, en el día de Acción Global, además de ir contra otros
acuerdos además del TTIP, también iba contra el CETA -ya firmado entre
Canadá y la UE y pendiente de ratificación- y el TISA,
"negociado entre 50 países, que supondrá la puerta de entrada a numerosas privatizaciones de los servicios públicos".
"Estos tratados
son el camino que han encontrado las grandes empresas transnacionales para tomar el poder, más allá de la cáscara democrática que dicen defender", se dijo en la plaza de Fuente Dorada.
El comunicado elaborado para el Día de Acción Global contra el
TTIP/CETA/TISA denuncia "este nuevo orden mundial" en el que los Estados
y las personas que los conformamos
"nos veremos reducidas al vasallaje a las multinacionales".
"Menos costes para las grandes empresas transnacionales, más costes para la ciudadanía"
es una de las reivindicaciones planteadas en el día de hoy, en el que
está más cerca que "todo el poder quedará blindado para las
transnacionales, nada para la ciudadanía".
Ildefonso Vara, tras la lectura del manifiesto, informó que
el
próximo día 27 de abril se intentará constituir una plataforma para
luchar contra los acuerdos que se deriven de las negociaciones que desde julio de 2013 se llevan a cabo para imponer a la ciudadanía las empresas transnacionales.
Comunicado 18 de Abril
El texto leído hoy en la plaza de Fuente Dorada dice:
"Hoy hemos tomado las calles. Hoy miles de personas en todo el país
hemos salido de nuestras casas y hemos despertado de nuestros afanes
cotidianos para expresar nuestro firme rechazo a una nueva forma de
dominación: los tratados bilaterales de comercio e inversión. Hemos
centrado nuestra protesta en el proyecto de acuerdo entre la Unión
Europea y los Estados Unidos, el conocido como TTIP por su siglas en
inglés. Pero hay otros que nos afectan igualmente: el ya firmado, pero
pendiente de ratificación, CETA, entre Canadá y la Unión, y el
peligrosísimo TISA, negociado entre 50 países, que supondrá la puerta de
entrada a numerosas privatizaciones de los servicios públicos. En todas
estas negociaciones los 28 estados de la Unión Europea figuran como uno
solo, representado por la Comisión".
"Estos tratados", se añadió, "son el camino que han encontrado las
grandes empresas transnacionales para tomar el poder, más allá de la
cáscara democrática que dicen defender. Negocian los tratados altos
funcionarios de las partes que buscan el acuerdo, pero detrás de ellos
están los dirigentes de gigantescas empresas y sus lobbys. Negociaciones
realizadas hasta ahora en absoluto secreto, tanto hacia la ciudadanía,
como a nuestros representantes democráticos, en el Parlamento Europeo y
en los parlamentos nacionales. Nuestra presión ha obligado a la comisión
y al Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno a romper, muy
parcialmente, su secreto. Solo declaraciones de intenciones,
directrices. Nada de consensos consolidados. Aún así, han puesto al
descubierto sus mentiras y verdaderos propósitos".
El comunicado también dice: "El Mandato con las directrices de
negociación dado por el Consejo Europeo a la Comisión, desclasificado 16
meses después de su otorgamiento, contiene en varios de sus puntos
referencias a la defensa de “Valores compartidos en ámbitos tales como
los derechos humanos, las libertades fundamentales, la democracia y el
Estado de Derecho. El Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General
de Naciones Unidas aprobó el 26 de junio de 2014, en Ginebra, una
resolución histórica para establecer un grupo de trabajo
intergubernamental bajo el mandato de elaborar un instrumento
internacional legalmente vinculante, que obligue a las grandes
transnacionales y a otros inversores a cumplir las normas para proteger
los derechos humanos".
Entre las organizaciones que apoyan hoy el Día de Acción Global
necesitan tiempo. "La Unión Europea y los Estados Unidos votaron en
contra de esta resolución. Y es que el TTIP, y el resto de Tratados
Bilaterales, darán lugar al 80% de sus beneficios, según afirmaciones de
sus responsables, por la vía de reducir los costes impuestos por la
burocracia y las reglamentaciones, así como de liberalizar el comercio y
la contratación pública. Vemos por tanto que el respeto a los derechos
humanos sale caro y es más importante el lucro de todos estos grupos de
interés".
"En este nuevo orden mundial los Estados y las personas que los
conformamos nos veremos reducidas al vasallaje a las multinacionales",
se puede leer en el comunicado.
Los dos mecanismos fundamentales que contribuirán a esto y a lograr
la reducción de costes son el Consejo de Cooperación Regulatoria, cuya
misión es velar para que normas actuales o futuras no perjudiquen los
intereses de las transnacionales, y el sistema de resolución de
controversias Inversor-Estado, conocido como ISDS, que ya figura en el
CETA.
"Menos costes para las grandes empresas transnacionales, más costes
para la ciudadanía. Costes que significan reducción de salarios,
pérdida de empleos, mayor precarización, practica supresión del derecho a
la intimidad, menor seguridad alimentaria, menos respeto a la tierra y
al medio ambiente, pérdida de derecho a la sanidad, a la enseñanza y a
otros servicios esenciales como el agua y la energía, limitaciones a la
capacidad de las corporaciones locales para llevar a cabo políticas de
desarrollo y empleo, y la cláusula de irrevocabilidad del TISA, que
impedirá remunicipalizaciones de cualquier tipo".
Esa reducción de costes, se dice, se logra armonizando a la baja las
normas de seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente, la
protección de la salud, los derechos sindicales.
"Porque la norma menos exigente", añade el comunicado redactado para
ser leído el 18 de Abril, "la más barata, la que produce mayores
beneficios a la gran empresa. Y si algún Estado tiene la tentación de
promulgar una nueva ley que atente contra la normativa establecida en el
TTIP, una ley por la que una empresa puede considerar que sus
beneficios se reducirán, la empresa, basándose en el ISDS, podrá
demandar a ese Estado ante uno de los tribunales de arbitraje amparados
por el Banco Mundial, o por cualquier otro organismo internacional.
Tribunales privados, que siempre fallan a favor de las empresas como se
ha ido viendo en tratados anteriores. De una u otra forma, todo el poder
quedará blindado para las transnacionales, nada para la ciudadanía".
Hoy también es el día de la Lucha Campesina. "Recordemos", añaden,
"que la aplicación del acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá,
firmado hace 21 años, ha supuesto la desaparición de la agricultura
tradicional en México, y la ruina de millones de campesinos, ante la
presión de las grandes firmas agroalimentarias estadounidenses".
"Porque queremos una vida digna y con sentido, más allá de las
fronteras, de las lenguas, de los océanos, en todas las capitales de
Europa, Estados Unidos, en todo el mundo, nuestros pueblos se mandan
hoy un abrazo y un cálido grito de ánimo. En las calles nos
encontraremos y construiremos un mañana de cooperación y solidaridad con
ciudadanas y ciudadanos del resto del Mundo", concluye el comunicado 18
de Abril.
Los concentrados en la plaza Fuente Dorada acabaron dando
gritos en contra del TTIP y de los acuerdos de comercio e inversión: "No
al Gobierno de las transnacionales . Sí a la soberanía de los pueblos".
Fuente:
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